Son conocidos los spots publicitarios donde el Banco Francés ofrece a sus clientes grandes descuentos y promociones que “motivarían” a los usuarios a preguntarse: ¿Cómo un banco puede ofrecer tantos beneficios?
Pero
Desde 1997 este usuario
tenía una cuenta sueldo y los “tipos” del Banco Francés le abrieron un paquete
con tarjeta de crédito y cuenta corriente. Como los saldos financiados de la
tarjeta los pasaban a la cuenta corriente (en donde aplicaban intereses
desmedidos) se generó un saldo que superaba el sueldo de un mes. En 1999 el
Francés inició un juicio ejecutivo con el cual le embargó el sueldo por más de
$ 8.000.- En el año 2003 se amplió la retención por $10.0000 y así fue que Alejandro creía que
nunca iba a poder liberarse de los embargos. El Banco nunca explicó porqué una
deuda puede válidamente incrementarse en un 261,90% en el término de 11 meses.
En el juicio iniciado por
PADEC y por el usuario para poner fin a este problema, Maria Cristina O Reilly;
jueza confirmada por el Senado Nacional
y el Poder Ejecutivo en Noviembre de 2008, impidió el derecho del acceso a la
justicia porque considera que ejercer los derechos de la ley 24.240 (Ley de
Defensa del Consumidor) es de mala fe ya que
constituye un abuso del usuario para con el banco.
En la sentencia señala literalmente–
ignorando la relación asimétrica entre el Banco y el cliente - que no se hará aplicación
de la ley del consumidor por considerar que reclamar a la entidad bancaria
brindar información constituye un “abuso” (sic) esperando que el cliente
sea conocedor de su capacidad de sobreendeudamiento.
La jueza decidió eximir
al banco de brindar información veraz, detallada y suficiente como impone la
Constitución y la ley de defensa del consumidor. Y para que los usuarios
“aprendan” a no reclamar sus derechos impone también las costas y costes del
proceso judicial.
Tanto PADEC como
El juicio continúa y uno
puede jugar con la pregunta retórica de ¿cómo hacen estos tipos? con una
respuesta que la sentencia parece abogar: Cuando se trata como iguales a quienes son
desiguales, se acentúa la desigualdad. (Luigi Ferrajoli)
Por: Mariana Kozodij